4 febbraio 2011

Chin-chán.

-Mi madre me dice que siempre me complico la existencia y mi padre.. pues bueno, él se dedica a recordarme que hablar conmigo es como hablar con una pared y con quien no, si al fin y al cabo, nos encanta contradecirnos aunque luego no consigamos entendernos ni en una vida entera...
Cada persona se dedica a sacar defectos a los demás, tal vez, porque tienen miedo a los propios.
La gente no ve más allá del... ¿Te quiero, te necesito o te amo? Pero qué es esto, por qué hemos acabado así, más bien, como hemos llegado hasta aquí, cada puerta cerrada, cada atardecer frustrado, cada cara infeliz, hay tantos cadas y a la vez tan pocos, es como.. "Los dimes y te diré" que nunca existen.
Es un continuo sube y baja, un balancín de un parque que tiene como eco carcajadas de niños, o una montaña rusa... Todo es tan sencillo por fuera y tan complicado por dentro.
Y como me dice mi profesor de Plástica, todo es una reacción química de las hormonas, que al cabo de dos o tres años desaparece, y que en ello puede echar sangre, sudor y lágrimas, que la vida es un constante querer y no poder y poder y no querer.
Comprender lo incomprensible, o de alcanzar lo inalcanzable, aunque dicen que no hay nada inalcanzable que simplemente dejas pasar las cosas, ya sea para bien o para mal el resultado que te dé, es como... Un arco iris que surca el cielo en blanco y negro, que puto daltonismo más odioso.
-Es hora de acabar lo que empecé, aprender a montar en esa bici que me compré hace treinta años.

2 commenti:

Ninguna herida escuece más que la absenta, es bueno para el corazón hace que no lo sienta, ya perdí la cuenta la noche pasa lenta en tus curvas de 60-90-60. Y es verdad, nada es lo que parece, soy un vampiro... duermo cuando amanece. Con la cuenta a cero al límite del coma, pienso que me la coma la de ya, el mundo entero. Es cierto, beber no ayuda, mañana lloraré por lo que ahora me la suda, ruda y pura realidad chaval, no se curan las heridas con botellas de 'Balantains'.

Nos libramos del ''me agobias'' hacía el ''¿Dónde coño estás?'' , vendí las cenas románticas por noches de lujuria, el ''sin ti padezco'' por el ''todo es culpa tuya'', los Domingos con tus padres por arcadas y resacas, el cine y las palomitas por el humo y los cubatas, los besos de buenos días por un ''vete de mi casa'' y el ''¿cielo qué te pasa?'' por el ''no me rayes tía...''
¿Quemarse en el infierno? Soy un ángel, no lo permitiría, por cada mediodía que te sentiste vacía, escribiría melodías. Sientemé en tu oido y en el pecho, siente como te protejo cuando hay bestias al acecho, satisfecho de acercarme veo que sientes como yo.