"¿Hablas cómo si estuvieses en las nubes?" Recuerdo el día que le conocí, lo que hizo, lo que dijo y lo que no... Sé lo que pensó en cada momento, porque es fácil de entender, pero solo para mí. Sé que cuando dice que me echa de menos es porque es verdad, también sé su color, número y lugar favorito. Él, con pocos segundos me enseñó a respirar el triple que una persona normal, a ser quien soy sin cambios ni modificaciones... Es eso típico que se dice que todos sabemos, que le quiero. Si tenía problemas tiraba de él aunque estuviese más lejos que nadie, porque con dos segundos escuchando su voz todo se calmaba y se volvía fácil. Solo hace un año que está aquí, conmigo, aunque no todo el tiempo, pero el poco que me dá, me gusta. Últimamente no fui yo, en las ocasiones que ni yo misma me reconocía tendría que haber estado, "llámame te quiero escuchar". Es mejor que el silencio más absoluto, que las olas del mar más grandes y perfectas, y muchísimo mejor que cualquier otro que piensa que a penas se nota lo que le echo de menos, y sí... Lo repito las veces que haga falta, porque le echo de menos joder, y ya está aquí, volviendo hacer otra vez que sea yo, como antes. Es mi "tú" y mi "yo". Mientras el mundo se desploma sobre todos los demás, ayer y hoy está a cinco minutos de mí. "Los años pasan como nubes."
'Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.' Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creiste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.
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Ninguna herida escuece más que la absenta, es bueno para el corazón hace que no lo sienta, ya perdí la cuenta la noche pasa lenta en tus curvas de 60-90-60. Y es verdad, nada es lo que parece, soy un vampiro... duermo cuando amanece. Con la cuenta a cero al límite del coma, pienso que me la coma la de ya, el mundo entero. Es cierto, beber no ayuda, mañana lloraré por lo que ahora me la suda, ruda y pura realidad chaval, no se curan las heridas con botellas de 'Balantains'.
Nos libramos del ''me agobias'' hacía el ''¿Dónde coño estás?'' , vendí las cenas románticas por noches de lujuria, el ''sin ti padezco'' por el ''todo es culpa tuya'', los Domingos con tus padres por arcadas y resacas, el cine y las palomitas por el humo y los cubatas, los besos de buenos días por un ''vete de mi casa'' y el ''¿cielo qué te pasa?'' por el ''no me rayes tía...''
¿Quemarse en el infierno? Soy un ángel, no lo permitiría, por cada mediodía que te sentiste vacía, escribiría melodías. Sientemé en tu oido y en el pecho, siente como te protejo cuando hay bestias al acecho, satisfecho de acercarme veo que sientes como yo.
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