15 luglio 2011

Nadie me puso alas, pero aprendí a volar. No detuve vuestras balas, pero aprendí a esquivar.

El día de ayer fue de lo más normal, ¿sabes?, no hice nada, absolutamente nada, solo pensar en que lo normal deja de serlo cuando se convierte en una rutina constante que te atrapa y no te suelta. Una caricia en la mañana, una pasión, una rabia como símbolo de acción de una generación, una luz que ilumina, una canción que me anima, una lágrima que cae y limpia una vida herida, una calle colapsada, un amor que no se acaba, un político que mira hacia otro lado y no hace nada, una respeto que se gana, una inocencia que se pierde, una corazón que se acelera cuando un enemigo vuelve... Un lugar lejos de aquí, yo no quiero ocultar ese sentimiento porque no merece estar ahí.

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Ninguna herida escuece más que la absenta, es bueno para el corazón hace que no lo sienta, ya perdí la cuenta la noche pasa lenta en tus curvas de 60-90-60. Y es verdad, nada es lo que parece, soy un vampiro... duermo cuando amanece. Con la cuenta a cero al límite del coma, pienso que me la coma la de ya, el mundo entero. Es cierto, beber no ayuda, mañana lloraré por lo que ahora me la suda, ruda y pura realidad chaval, no se curan las heridas con botellas de 'Balantains'.

Nos libramos del ''me agobias'' hacía el ''¿Dónde coño estás?'' , vendí las cenas románticas por noches de lujuria, el ''sin ti padezco'' por el ''todo es culpa tuya'', los Domingos con tus padres por arcadas y resacas, el cine y las palomitas por el humo y los cubatas, los besos de buenos días por un ''vete de mi casa'' y el ''¿cielo qué te pasa?'' por el ''no me rayes tía...''
¿Quemarse en el infierno? Soy un ángel, no lo permitiría, por cada mediodía que te sentiste vacía, escribiría melodías. Sientemé en tu oido y en el pecho, siente como te protejo cuando hay bestias al acecho, satisfecho de acercarme veo que sientes como yo.