Vivimos en el distante cigarro del recreo, en el descanso, en el parpadeo.
¿Tú te acuerdas cuándo eramos pequeños? Mirábamos por la ventana del colegio la puerta para ver si nuestra madre nos estaba esperando, nos hacía hasta ilusión porque sabíamos que luego iríamos al parque. Hace la misma ilusión que saber que alguien está ahí y que está de verdad. Nadie dijo que sería fácil, solo funciona si tu pones de tu parte y yo de la mía, sino solo miras por ti y das tu brazo a torcer. Comenzó como un cigarro, un hecho insignificante, le dió forma a su diario y decidió seguir adelante. Un calada, y otra, y otra, y dame fuego, no lo sabía pero sería su perdición.
Ninguna herida escuece más que la absenta, es bueno para el corazón hace que no lo sienta, ya perdí la cuenta la noche pasa lenta en tus curvas de 60-90-60. Y es verdad, nada es lo que parece, soy un vampiro... duermo cuando amanece. Con la cuenta a cero al límite del coma, pienso que me la coma la de ya, el mundo entero. Es cierto, beber no ayuda, mañana lloraré por lo que ahora me la suda, ruda y pura realidad chaval, no se curan las heridas con botellas de 'Balantains'.
Nos libramos del ''me agobias'' hacía el ''¿Dónde coño estás?'' , vendí las cenas románticas por noches de lujuria, el ''sin ti padezco'' por el ''todo es culpa tuya'', los Domingos con tus padres por arcadas y resacas, el cine y las palomitas por el humo y los cubatas, los besos de buenos días por un ''vete de mi casa'' y el ''¿cielo qué te pasa?'' por el ''no me rayes tía...''
¿Quemarse en el infierno? Soy un ángel, no lo permitiría, por cada mediodía que te sentiste vacía, escribiría melodías. Sientemé en tu oido y en el pecho, siente como te protejo cuando hay bestias al acecho, satisfecho de acercarme veo que sientes como yo.
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