21 marzo 2011

Éstos son los días en los que merece la pena decir; Hoy bien y mañana, también.

Si así eres feliz, si así quieres de verdad lo que tienes deja de mirar atrás y utiliza cada gotita del frasco de perfume en el que guardaste tu felicidad como si fuese la última, como si al día siguiente supieses que se va a evaporar o se va a romper... Y acuérdate de que lo bueno no es lo que tienes delante, sino lo que está por llegar, no te digo ahora, ni si quiera dentro de cinco días, te digo dentro de tres meses, te digo el 23 de Junio o cualquier otro día de ese mes. Porque al fin y al cabo esos son los que al final merecen la pena de verdad, aunque se basen en no hacer nada, pero de eso se trata, de ser feliz sin pedir, ni recibir nada de nadie, solo tú, y tú y tú.

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Ninguna herida escuece más que la absenta, es bueno para el corazón hace que no lo sienta, ya perdí la cuenta la noche pasa lenta en tus curvas de 60-90-60. Y es verdad, nada es lo que parece, soy un vampiro... duermo cuando amanece. Con la cuenta a cero al límite del coma, pienso que me la coma la de ya, el mundo entero. Es cierto, beber no ayuda, mañana lloraré por lo que ahora me la suda, ruda y pura realidad chaval, no se curan las heridas con botellas de 'Balantains'.

Nos libramos del ''me agobias'' hacía el ''¿Dónde coño estás?'' , vendí las cenas románticas por noches de lujuria, el ''sin ti padezco'' por el ''todo es culpa tuya'', los Domingos con tus padres por arcadas y resacas, el cine y las palomitas por el humo y los cubatas, los besos de buenos días por un ''vete de mi casa'' y el ''¿cielo qué te pasa?'' por el ''no me rayes tía...''
¿Quemarse en el infierno? Soy un ángel, no lo permitiría, por cada mediodía que te sentiste vacía, escribiría melodías. Sientemé en tu oido y en el pecho, siente como te protejo cuando hay bestias al acecho, satisfecho de acercarme veo que sientes como yo.